Lo primero precalentamos el horno a 220º, y después empezamos con las patatas. En una tabla las cortamos en láminas, pero no llegueis hasta abajo! Tiene que quedar la patata entera.
Aunque estén todas las láminas pegadas y sea difícil abrirlas, no te preocupes! porque después se abrirán en el horno. Las metemos en el horno y en una hora están listas para comer! Para comprobar si están hechas mete un tenedor hasta la base de la patata, y tienes que notar que entra muy fácil, las patatas tienen que estar blanditas. Nada mas salir del horno ponemos un poco de mantequilla encima de las patatas y esperamos a que se derrita, así conseguirás que estén más jugosas.
Solas están deliciosas, pero también puedes hacer alguna salsa para echarles por encima, o usarlas como acompañamiento para carne o pescado!
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