Bar Gaucho, en la Calle de Espoz y Mina 7: Una de los mejores barras de Pamplona, todos sus pintxos son espectaculares; desde la anguila ahumada hasta su frito de roquefort. Tiene un sabor muy intenso, perfecto para los que nos quejamos de que las cosas de roquefort saben siempre más a bechamel que a roquefort.
Cafe Roch, en la Calle Comedias 6: Con más de un siglo de historia es la meca de los fritos en Pamplona, la mayor variedad de fritos de la ciudad. Su frito estrella es
el de pimiento, aunque todos son espectaculares. Una bechamel muy cremosa que no quita protagonismo al ingrediente principal. Otras recomendaciones son el frito de lechezuelas, de pulpo y de huevo con mostaza.
Bar Rio, en la Calle San Nicolás 13: Se han trasladado a un local al lado del anterior, más amplio y renovado. Llevan haciendo su famoso frito de huevo desde hace más de 50 años, una suave bechamel que combina a la perfección con un huevo duro; un clásico.
Moscovita |
Bar el Vallado, en la Plaza Consistorial 2: En plena plaza del ayuntamiento de Pamplona, este bar de tan solo 4 años y de cocina, sobre todo, vanguardista. Croquetas de chocolate blanco y negro acompañadas de azúcar glass y cacao en polvo. No se puede explicar, hay que probarlo.
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